De qué pueden tratar los documentales
Sin embargo, parece que vivimos en una época de sobrecarga de documentales. Por eso hemos escarbado en toda la historia del cine -literalmente, los primeros documentales se remontan a los inicios de la forma- para separar los imprescindibles de los glorificados vídeos de TikTok. Desde un simple clip de un tren entrando en una estación hasta Andy Warhol contemplando el Empire State Building durante ocho horas, desde Bob Dylan abordando a los periodistas hasta una navegación animada por los horrores de la guerra, aquí están nuestras selecciones de los mejores documentales jamás realizados.
El pasado nunca es pasado; al dar vida al Holocausto en su imponente obra maestra de nueve horas y media, el director Claude Lanzmann se ciñe únicamente al presente. Shoah se compone de las reflexiones de los supervivientes polacos, de los espectadores y, lo que es más inquietante, de los autores. Los recuerdos se convierten en carne viva, y una parte esencial del cine documental encuentra su apoteosis: el acto de testificar. Nuestra primera elección era obvia. Leer másFotografía: Argos Films2. Sans Soleil (1983)El apasionante ensayo de Chris Marker, que recorre todo el mundo, es quizás el mejor documental en primera persona, que puede dejarte fascinado. Ostensiblemente, seguimos a un viajero por el mundo que se desplaza de un lugar a otro, de San Francisco a África, de Islandia a Japón. Una narradora habla por encima de las imágenes como si fueran cartas a casa (“Me escribió…”), aunque los episodios se desarrollen delante de nosotros. Cada espectador tendrá sus propios favoritos: La juguetona y casi subliminal toma inicial de tres chicas islandesas caminando por una carretera rural; el templo japonés dedicado a los gatos (un lugar muy Marker para visitar); el esclarecedor apartado sobre Vértigo de Hitchcock. El documental parece un diario que se escribe, se relee y se traslada al celuloide simultáneamente, reinventándose de un momento a otro. Quedará hipnotizado.Leer másPublicidad3. La delgada línea azul (1988)
La historia de los documentales
Los tipos de películas documentales o el modo documental es una teoría cinematográfica. Fue creada por el crítico de cine Bill Nichol’s en 2001 como una forma de categorizar los diferentes tipos de cine documental. Según esta teoría, cada película encaja en uno o dos de estos modos.
Estos seis tipos de documentales no están aquí para frenar su creatividad. Por supuesto, si tienes una idea fuera de estas modalidades, ¡genial! Pero si te interesa el cine documental, es útil estudiar los estilos y géneros conocidos para inspirar tu propio trabajo.
Es cuando una película se basa en las imágenes para contar la historia y no tiene narrador o presentador. El objetivo de este estilo es dejar que el público encuentre su propio punto de vista. A diferencia de otros tipos de documentales, éste es más creativo y menos subjetivo. Es el espectador el que debe decidir lo que cree que está ocurriendo y nadie le impone una opinión.
Al hacer este tipo de documental, tendrás que investigar mucho el tema. Si se filma a un grupo de personas, puede llevar un tiempo que actúen con naturalidad e ignoren la cámara. En este estilo es más probable que se corran riesgos con los planos y las composiciones de la cámara.
Tipos de documentales
Si le gusta aprender sobre el mundo real y las personas reales, probablemente le guste ver documentales. Algunos documentales son largometrajes que se proyectan en los cines, y otros se hacen para la televisión. Los documentales para televisión suelen hacerse en forma de serie, y muchos de los más populares son documentales sobre la vida salvaje, como La vida de los mamíferos, de la BBC. Algunos de los largometrajes documentales más populares también tratan sobre la vida salvaje, como Winged Migration (2001) y el éxito de taquilla March of the Penguins (La marcha de los pingüinos), en el que seguimos a una colonia de pingüinos emperador en su largo viaje por la Antártida. Los documentales educativos de este tipo suelen incluir voces en off en las que oímos a un narrador que nos habla de lo que estamos viendo. También pueden incluir pantallas de título en las que se escribe la información o un presentador que aparece en pantalla y nos habla directamente.
Uno de los documentalistas de más éxito es Michael Moore, que a menudo actúa como presentador en sus propias películas. Su documental político Fahrenheit 9/11 tuvo tanto éxito que batió récords de taquilla y ganó el primer premio en el Festival de Cannes de 2004. La película revela cómo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, utilizó los atentados terroristas del 11-S como excusa para iniciar guerras en Irak y Afganistán que reportaron enormes beneficios a empresas vinculadas a su propio partido político.
Los mejores documentales de todos los tiempos
Un documental es una película no ficticia que pretende “documentar la realidad, principalmente con fines educativos o para mantener un registro histórico”[1]. Bill Nichols ha caracterizado el documental en términos de “una práctica cinematográfica, una tradición cinematográfica y un modo de recepción del público [que sigue siendo] una práctica sin límites claros”[2].
Los primeros documentales, originalmente llamados “películas de actualidad”, duraban un minuto o menos. Con el tiempo, los documentales han ido evolucionando hasta alcanzar una mayor duración y abarcar más categorías. Algunos ejemplos son los educativos, los de observación y los de docuficción. Los documentales son muy informativos y a menudo se utilizan en las escuelas como recurso para enseñar diversos principios. Los documentalistas tienen la responsabilidad de ser fieles a su visión del mundo sin tergiversar intencionadamente un tema.
La palabra “documental” fue acuñada por el documentalista escocés John Grierson en su crítica de la película Moana (1926) de Robert Flaherty, publicada en el New York Sun el 8 de febrero de 1926, escrita por “The Moviegoer” (seudónimo de Grierson)[5].