El hacinamiento afecta a las cárceles de Colombia
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“Lo que he ganado es que cuando vuelva a casa tengo una idea de lo que me gustaría hacer. La formación que hemos hecho me hace pensar en montar una productora o en trabajar en rodajes. Por ejemplo, hoy he conocido a directores y personas que han visto lo que he producido y mi forma de trabajar. Me hace feliz ver eso y me hace querer entrar en este campo”, concluyó Karim, uno de los reclusos de la prisión de Mahdia que participó en esta iniciativa.
“Nuestro objetivo era dar a estos reclusos una pasión a través de la cultura. Para mí, cuando alcanzamos este objetivo, es algo bueno. Luego les corresponde a ellos decidirse a progresar y a producir su propia obra, o al menos a ser consumidores apasionados de productos culturales que tengan un impacto en ellos. Y esta toma de conciencia repercutirá a su vez en su comportamiento”, explica Nizar Salem, alto funcionario de la autoridad penitenciaria y de reforma.
“El Festival de Cine de Cartago viene del pueblo y es para el pueblo. Así que no hay que excluir a esta categoría del pueblo tunecino, porque hay gente que va a salir de la cárcel. Tienen que acostumbrarse a ir al cine. Ese es el objetivo, que se apasionen por el cine. Cuando vean películas y sepan debatirlas, podremos decir que hemos ganado varias cosas”, afirma Achraf Laamar.
Prisión colombiana tomada por los reclusos
En la tercera serie viajo a algunos de los lugares más peligrosos del mundo para entrevistar a delincuentes violentos y peligrosos encerrados en prisión. La cárcel de La Reforma de Costa Rica, episodio uno, es una de las prisiones más intimidantes en las que he estado, pero fue en el episodio dos y en la cárcel colombiana de Narco que me veo amenazado por mis nuevos compañeros de celda. En el tercer episodio, el centro penitenciario de Craiova, en Rumanía, alberga una gran población gitana y en él me encuentro con asesinos convictos, violadores y asesinos a sueldo. La prisión noruega de máxima seguridad de Halden, la última de esta serie, hace las cosas de manera muy diferente a la mayoría de las prisiones que priorizan el castigo y la seguridad más que la rehabilitación. Es, con mucho, la prisión más humana que he visto, y funciona como prisiones. En todas las prisiones, me hago con la perspectiva de los guardias al pasar tiempo con ellos para descubrir las nuevas tácticas que están adoptando para mantener la paz en un entorno cada vez más volátil. Desde el aislamiento en plena oscuridad hasta las visitas conyugales para los asesinos en masa, he aprendido que cada prisión tiene una forma única de tratar a los delincuentes encerrados en ella.
Una cárcel en Columbia
Evolución de la población penitenciaria preventiva y preventivaEl cuadro siguiente indica la evolución reciente de la población penitenciaria preventiva y preventiva. La última fila muestra las últimas cifras disponibles, que consisten en el número de presos preventivos/en prisión preventiva en una sola fecha del año (o la media anual) y el porcentaje de la población penitenciaria total que los presos preventivos/en prisión preventiva constituían en ese día. La última columna muestra la tasa de población preventiva/preventiva por cada 100.000 de la población nacional. INDONESIAAñoNúmero en
22202248,19517,5%17Hay que tener en cuenta que el número de presos preventivos/en prisión preventiva fluctúa de un día a otro, de un mes a otro y de un año a otro. La tasa de población preventiva/en prisión preventiva se calcula sobre la base del total de la población nacional. Todas las cifras de población nacional son inevitablemente estimaciones, pero las estimaciones utilizadas en el World Prison Brief se basan en cifras nacionales oficiales, cifras de las Naciones Unidas o cifras de otras autoridades internacionales reconocidas. Población penitenciaria femenina: tendenciaEl cuadro siguiente ofrece una indicación de la tendencia de la población penitenciaria femenina. La última fila muestra las últimas cifras disponibles, que consisten en el número de reclusas en la población penitenciaria en una sola fecha del año (o la media anual) y el porcentaje de la población penitenciaria total que las reclusas constituían en ese día. La última columna muestra la tasa de población penitenciaria femenina por cada 100.000 de la población nacional. INDONESIAAñoNúmero de
Mi estancia en una cárcel colombiana: Entre bastidores
En 1988, con 20 años, Raphael fue condenado a cadena perpetua en el Reino Unido por un delito que no había cometido. Fue ingresado en una prisión para adultos, mientras que la mayoría de los presos de su edad son internados en institutos específicos para jóvenes delincuentes; más tarde, Raphael fue enviado a un centro de máxima seguridad y permaneció encarcelado durante 12 años, entre los que estudió Periodismo por correspondencia. Finalmente, las condenas erróneas fueron anuladas en 2000. Fue liberado y reintegrado a una sociedad que ya utilizaba teléfonos móviles.
En Inside the World’s Toughest Prisons, de Netflix, Raphael presenta la realidad del sistema penitenciario desde la perspectiva de los presos en Brasil, Ucrania, Papúa Nueva Guinea, Belice, Costa Rica, Colombia, Rumanía y Noruega. En cada episodio, la pluralidad del sistema cerrado se documenta en varias entrevistas: la tensión debida a las facciones criminales, las condiciones insalubres, la compleja logística. Incluso el sabor de la comida preparada en las cafeterías. Éxito de audiencia, la serie va por la cuarta temporada.
Raphael Rowe: En primer lugar, las prisiones son secretas; el 99,9% de la población no tiene contacto ni trato con las prisiones. Esta mayoría las ve como un mundo secreto en el que la gente está encerrada detrás de esos muros, de esas puertas cerradas. Oímos hablar de lo que ocurre en estos lugares, pero muy rara vez entramos a verlos. En segundo lugar, creo que la mayor parte de la población mundial lleva una vida cotidiana; va al trabajo, puede ser víctima de un delito o puede conocer a alguien que se ha convertido en víctima, pero rara vez entra en contacto con los delincuentes o con el mundo criminal, a menos que viva en esas comunidades en las que ocurre a diario. A la gente le puede fascinar cómo, cuándo y por qué los delincuentes hacen lo que hacen. La tercera razón son los medios de comunicación, que desempeñan un papel importante mostrando diariamente noticias sobre delitos, víctimas de delitos y el miedo a la delincuencia. Así que regurgitamos constantemente los peligros de la delincuencia, y creo que los políticos lo utilizan como herramienta de control social. Por tanto, hay misterio y la gente siente curiosidad. Por último, estamos seguros y cómodos en nuestra habitación viendo una película o un documental sobre las cárceles, y sientes “me alegro de no haber sido yo”.