La vida en el desierto del Sahara
Hotel Sahara es un viaje cinematográfico a la última frontera invisible de la costa occidental africana con Europa. Este lugar es una metáfora, un punto de llegada, de partida, de sueños rotos, de espera de esa vida mejor en el otro lado del Atlántico. Es, sobre todo, una tierra de nadie, un lugar de espera interminable y de esperanza infinita. La película revela lo difícil que es diferenciar entre “verdaderos” y “falsos” refugiados.
¿Es uno “verdadero” sólo cuando está amenazada su vida y su integridad física? ¿Y si uno simplemente desea huir de una falta de perspectiva que lo paraliza? Con una mirada observadora y cautelosa, Hotel Sahara documenta lo estrechamente ligado que está el sueño de una vida mejor a un repentino estancamiento, y la paciencia que se requiere para esperar durante años para finalmente, quizás, llegar a alguna parte.
Documental sobre África
Julia Cain no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Durante demasiado tiempo, Occidente ha contado historias y hablado en nombre de África. Sin embargo, una nueva serie de 25 documentales realizados por cineastas africanos, llamada Generation Africa, está causando sensación en los festivales de cine internacionales y está dispuesta a cambiar las perspectivas sobre la migración en y desde el continente.
Es la última iniciativa de una organización con sede en Ciudad del Cabo llamada STEPS. Esta ONG lleva 20 años innovando en el uso del cine como herramienta para el cambio social y en el desarrollo de talentos del continente. Producen ambiciosas colecciones temáticas de películas que abordan cuestiones urgentes, en este caso la migración. Los 25 nuevos documentales presentan perspectivas diversas y matizadas de personas que se desplazan tanto entre países africanos como desde África.
Se invitó a cineastas de toda África a que presentaran propuestas de películas que abordaran específicamente la falta de perspectiva de los africanos en este polémico asunto mundial. Varias de las películas se han completado, entre ellas algunas que han acaparado la atención de los medios de comunicación para ser seleccionadas y premiadas en festivales de cine de alto nivel. The Last Shelter (Malí) tuvo su estreno mundial en el CPH:DOX de Dinamarca en 2021, donde también ganó el Dox:Award, el máximo premio de este festival. No U-Turn (Nigeria) recibió una mención especial del jurado en el Festival Internacional de Cine de Berlín en febrero. No Simple Way Home (Sudán del Sur) ha ganado recientemente el premio DOK.horizonte en el DOK.fest de Munchen.
Documental sobre los desiertos
Toumast – Guitarras y Kalashnikovs, una película popular de nuestro catálogo, retrata la lucha del pueblo tuareg a través de la música de Moussa Ag Keyna y Aminatou Goumar, que juntos formaron la banda musical “Toumast” (que significa “identidad”) en Níger.
Tras haber sido durante cientos de años un pueblo nómada del desierto africano, que abarca los territorios de Argelia, Libia, Níger, Malí, Mauritania y Burkina Faso, los tuaregs han tenido que enfrentarse a los grandes cambios geopolíticos provocados por la globalización y los estados modernos.
Las fronteras territoriales y la intensificación de las luchas religiosas han afectado a su cultura sedentaria e incluso han amenazado el número de su población, que en los últimos años se ha instalado en las grandes ciudades de estos países en busca de seguridad.
A pesar de ser una minoría, los tuaregs representan una civilización que podría dejar de existir si sus problemas no son comprendidos por la comunidad internacional. Nociones como la autodeterminación de los pueblos, las identidades nacionales y la diversidad cultural son cuestiones que conciernen no sólo a los tuareg, sino a todas las comunidades del mundo.
Película sobre el desierto del Sahara
Este tren, uno de los más largos y pesados del mundo, recorre 1,8 millas desde el centro minero de Zouerat hasta la ciudad portuaria de Nouadhibou, en la costa atlántica de África. El tren es la piedra angular de la economía mauritana y una vía de comunicación con el mundo exterior para las personas que viven a lo largo de su recorrido.
Construido para transportar las vastas reservas de mineral de hierro de Mauritania, el Ferrocarril de Mauritania es una línea de 704 kilómetros que atraviesa el desierto del Sáhara en su camino desde el centro minero de Zouerat hasta la ciudad portuaria de Nouadhibou, en la costa atlántica de África.Con 3 kilómetros de longitud, los trenes de esta línea se encuentran entre los más largos y pesados del mundo. A veces, los vagones de pasajeros están unidos al tren, pero lo más frecuente es que los hombres opten por ir de polizones en los vagones tolva, donde las temperaturas diurnas superan los 40°C. La muerte por caídas es frecuente. El Ferrocarril de Mauritania: la espina dorsal del Sáhara sigue el viaje de Malick, un comerciante de 27 años que depende del tren para ganarse la vida, aunque se arriesga a morir cada vez que sube a él. A pesar del peligro, el tren es un salvavidas para Malick y las familias que viven a lo largo de la vía férrea.Durante un periodo de dos años, el equipo detrás del cortometraje se incrustó en la comunidad de hombres y mujeres que dependen del tren para su sustento. El resultado es una visión cinematográfica y a la vez inmersiva de un modo de vida que no existe en ningún otro lugar del mundo.El Ferrocarril de Mauritania, inaugurado en 1963, consiste en una única línea ferroviaria que une el centro minero de hierro de Zouerat con el puerto de Nouadhibou.