Documentales musicales netflix
Los últimos años han sido una especie de edad de oro para los documentales musicales, con el éxito de Searching for Sugar Man y 20 Feet From Stardom, que abrieron el campo para las películas sobre estrellas menos obvias. Últimamente ha habido una avalancha de películas sobre bandas de culto, actos locales olvidados y actores de fondo, e incluso algunos documentales, como Amy y Kurt Cobain: Montage of Heck, que han encontrado nuevas formas de acercarse a algunos de los músicos más populares del último medio siglo. A Netflix le ha ido tan bien con las películas de temática musical que ha encargado algunas propias, como What Happened, Miss Simone? y la gran entrega de Beyoncé de esta semana; y gracias, en parte, a los mecenas de las salas de arte y ensayo, a los compradores de Blu-ray y a los suscriptores del cable premium, el mercado de las películas sobre músicos se ha vuelto lo suficientemente lucrativo como para que incluso proyectos largamente aparcados como The Wrecking Crew y el arty sketch de Leon Russell A Poem Is a Naked Person hayan visto la luz. Es un momento maravilloso para ser un aficionado a la música.
50. El director Davis Guggenheim parte de una idea sencilla pero profunda para It Might Get Loud: reunir a tres guitarristas de diferentes orígenes y generaciones y hacerles hablar de sus influencias, filosofías y técnicas. Jimmy Page, de Led Zeppelin, The Edge, de U2, y Jack White, de los White Stripes, charlan entre ellos y con Guggenheim, normalmente mientras se aferran a sus instrumentos y se detienen de vez en cuando para hacer una pequeña demostración. Hay un elemento de desmitificación aquí, ya que estos tres caballeros desnudan sus hábitos y estilos, haciendo que su trabajo parezca casi mundano. Pero poco a poco queda claro que Page, Edge y White persiguen perpetuamente algo inefable. Han pasado sus carreras tratando de crear las condiciones perfectas para conseguir lo que buscan; lo que ocurre es que también tienen el tipo de formación y los conocimientos técnicos necesarios para extraer una impresionante gama de sonidos de una guitarra eléctrica, siempre que les llegue la inspiración.
Mejores documentales musicales 2022
Los documentales musicales son uno de los mejores subgéneros en el mundo de los documentales, ya que funcionan como ventanas a la vida interior de los músicos mientras se elevan, caen, luchan o simplemente tocan algunas melodías de primera. Pero saber por dónde empezar puede ser difícil, por lo que hemos elaborado una lista de 13 documentales musicales que están en streaming ahora mismo. Échales un vistazo y empieza a formarte musicalmente.
Hacer un documental sobre una banda tan influyente, única y mítica como The Velvet Underground no es una tarea fácil, ya que el enfoque directo de un documental de rock que hemos visto una y otra vez simplemente no funcionaría. Afortunadamente, el director Todd Haynes es muy consciente de ello y, en su lugar, ofrece una visión poco convencional y convincente de una banda que ayudó a dirigir la cultura del rock and roll tradicional hacia el punk y la nueva ola a finales de los años 60. El documental, de casi dos horas de duración, incluye entrevistas con los miembros supervivientes de la banda, John Cale y Maureen “Moe” Tucker, que harán las delicias de los nuevos fans y de los incondicionales, además de proporcionar el contexto necesario para comprender lo únicos que eran los Velvet Underground.
Nuevos documentales musicales 2022
Los documentales musicales pueden hacer dos cosas (o alguna combinación de las dos): inflar en exceso la naturaleza mítica de las historias más interesantes de la música, o arrojar luz sobre verdades importantes sobre la música que ha dado forma a nuestro mundo, directamente de la boca de las personas que la hicieron o que estuvieron en sus círculos internos. Si eres un fanático de la música o del documental como forma de arte, puedes adentrarte en 10 de los mejores documentales musicales que se encuentran actualmente en streaming en Netflix, que se enumeran a continuación.
Cuando Bob Dylan llegó a las calles nevadas de Nueva York en el invierno de 1961, parecía que las cámaras le estaban esperando, como si hubiera habido noticias de su llegada. En No Direction Home, el director Martin Scorsese recupera las primeras imágenes caseras de Dylan haciendo el payaso como Chaplin. El joven de 20 años tiene un aspecto increíblemente inocente; no hay indicios de que en un año vaya a reinventar la escena folclórica de Greenwich Village, ni de que vaya a desdibujar para siempre la línea que separa la poesía de la composición de canciones. Scorsese se muestra seguro y discreto. Pinta a Dylan como un vagabundo callejero que podría haber sido un personaje de una de sus propias canciones: el Jack of Hearts, tal vez, o Renaldo en su película Renaldo y Clara. Incluso a estas alturas, su pasado ya se estaba desvaneciendo y se estaba inventando uno más apropiado: Dylan, el viajero empedernido que había trabajado en carnavales, vagabundeado en trenes de carga y tocado con bluesmen como Manse Lipscomb. En poco tiempo, conocía a Woody Guthrie y a Pete Seeger, y dormía en el sofá de Dave Van Ronk.
Los mejores documentales musicales de todos los tiempos
Una colección de los mejores documentales sobre música de todos los tiempos, desde biografías de rock e historias cargadas de drogas hasta películas de conciertos y relatos underground. Esta es una lista imprescindible para todos (en orden alfabético y con prácticas opciones de streaming en el Reino Unido).
Los coristas suelen tener vidas tan agitadas como la estrella con la que armonizan, como explora la aclamada película de Morgan Neville. Darlene Love, Judith Hill, Merry Clayton y Lisa Fischer son algunas de las coristas a las que se les ha concedido un foco de atención para desentrañar historias emotivas, divertidas y reveladoras de la vida en el podio más lejano, a veces salpicadas de tristeza por su permanente condición de damas de honor. Sin embargo, cuando Neville aísla la asombrosa voz de Clayton en “Gimme Shelter” de los Stones, solo hay una estrella de este espectáculo.
20.000 Days On Earth, de Iain Forsyth y Jane Pollard, que recibió dos premios en el festival de Sundance de 2014, representaba un día ficticio en la vida de Nick Cave mientras trabajaba en “Push The Sky Away”, de 2013. Escenificando escenas de sesiones de terapia, grabaciones en el estudio, actuaciones y conversaciones en el coche con Kylie o Ray Winstone -la antítesis del Carpool Karaoke-, su construcción guionizada no impide que sea una visión artística y reveladora de la vida de Cave, o al menos de lo que Cave quiere que pensemos que es su vida.